Vía Libertad
En el corazón de la Colonia Americana, entre las avenidas de La Paz y Libertad, se ha rehabilitado la antigua Torre La Paz, obra original del Arq. Paulino Restelli. Esta rehabilitación ha buscado ser fiel al espítiru y vocación original del inmueble, que data de 1976 y es un ícono del patrimonio moderno tapatío. A la vez, el proyecto busca contribuir en la regeneración urbana, cultural y social del barrio poniendo en valor y en uso un equipamiento que con el paso de los años había caído en la obsolescencia y el deterioro, mediante la oferta de espacios para alojar oficinas creativas, un centro de diseño para nuevos emprendedores, un mercado gastronómico, galería de exposiciones, terrazas para eventos en lo que antes eran las azoteas, restaurantes, comercios, así como la rehabilitación de la plazoleta abierta hacia la calle de Colonias que alberga los fines de semana un mercadillo de productores locales. Para lograr mejores condiciones de comfort climático se ha sustituido el sistema de fachada de la torre, formada originalmente por unos parasoles a manera de viseras hechos de lámina de acero con ventanería fija sin ventilación, por una piel de aluminio desplegado la cual, además de solucionar de manera más eficiente la comprometida orientación al Poniente, permite tener ventanales de piso a techo con mejores vistas, más luz natural y ventilación cruzada haciendo innecesaria la climatización artificial con el consiguiente ahorro energético. En el rediseño del lobby han contribuido varios de los más destacados diseñadores locales, como Mauricio y Sebastián Lara, Caterina Moretti, Laura Noriega, Media Madera y Saracho Estudio. Se han rehabilitado todas las instalaciones, así como los elevadores. Se renovaron pavimentos y recubrimientos. En las alas comerciales que miran hacia las avenidas de La Paz y Libertad se ha creado una segunda fachada porticada de estructura de acero que, al mismo tiempo que aporta una imagen homogénea al conjunto, permite que en un segundo plano los locales comerciales puedan expresar su propia identidad. Ha sido también la solución estructural para poder habilitar las azoteas como terrazas, permitiendo agradables vistas a una de las zonas culturales y patrimoniales de la ciudad de Guadalajara.